jueves, 15 de junio de 2017

Visita al Museo Castagnino con algunos inconvenientes

Fuimos invitados por la Dirección de Vecinales para concurrir y disfrutar una vez más del “Turista en mi Ciudad” pero con algunos cambios en el programa anterior. El día Viernes 21 de abril a las 17 hs.  debíamos estar, como en otras tantas oportunidades, en nuestra Institución donde pasaría un colectivo con una guía para llevarnos y traernos, e íbamos hacia uno de los Museos más importantes de nuestra ciudad; el Museo Castagnino que cumplía sus 80 años; participando como invitados del festejo del mismo junto a un brindis.
Llegamos al museo y nos hicieron esperar primero casi unos 20 minutos en la puerta, pensábamos que algo había pasado pero luego de un rato pudimos ingresar todas las Instituciones invitadas, en donde cada una iba con sus vecinos (algunas con mayores y otras con niños).
Luego, una de las guías del Museo (que sí vale la pena reconocer su trabajo) nos explicó con gusto que esperaban que viéramos las nuevas mejoras que tenía el museo y la muestra de Goya y pintores Argentinos; luego la otra guía nos enseñó la muestra de Goya donde quedamos muy impactados con ella, ya que fue un experiencia muy linda. De la nada, la guía de turista en mi ciudad recibe órdenes de que nos apuremos a mirar todo por que quien sabía cuál situación debía de darse; la verdad que nunca nos pasó que en un museo nos apuren y que nadie pueda ver casi cientos de cuadros.
Creemos que el arte es una expresión enorme de las distintas situaciones que atraviesa una sociedad desde diferentes ámbitos y acerca a los que tienen conocimiento como a los que no tanto.
El tercer episodio, fue el bajar al hall central y la guía del museo nos comenta sobre el brindis que íbamos a tener al cual habíamos sido invitados.
La segunda parte del recorrido fue maravillosa, pero muy rápida ya que nos apuraban para ver todo.
Luego nos piden que esperemos en el hall, pero fueron cerca de 40 minutos, donde estábamos todos parados y había personas de nuestro grupo que muy mayores, y nunca recibimos explicación del porqué esperábamos.
Cuando llegan las cámaras de televisión y prenden las luces, llegan dos directivas, tal vez una de ellas haya sido la subdirectora, no lo sabemos con certeza, pero lo suponemos porque fue la que habló con los medios; pero lamentamos que nunca saludo al público que visitaba “su” lugar, va….ese que es por un tiempo, el que debe tenerla preocupada en cómo administrarlo y hacer que todo salga a la perfección.
¿Seremos invisibles? pensabámos….¿estábamos siendo usados paras las cámaras?… ¡sí!, por supuesto… como un acto solidario del museo o fundación, ese que abre sus puertas un día, y esos actos solidarios son de sólo un día; pero ¡NO! éramos ciudadanos, vecinos felices de recorrer nuestro espacio creyendo que la administración del lugar, de ese espacio público, debería saber que le pertenece a todos los rosarinos, porque eso que ella hace es también cultura, una cultura que sí tiene mi ciudad y mi provincia, una cultura que algunos (como este caso) administran pero quieren alejarla del ciudadano común y hacer sentir que sólo es para los que entienden el arte, pero se olvidan que es nuestro espacio, el de todos, donde encima “fuimos invitados porque se  piensa en políticas sociales inclusivas” que se vienen implementando desde hace tiempo en nuestra ciudad y que deben seguir siendo llevadas adelante.
Pero la peor parte fue cuando pudimos ver que llegaron los invitados.…personas de otro estrato social al nuestro, en donde había gente de fundaciones y conocidos del ambiente, por lo que de golpe nos hicieron desplazarnos hacia la muestra central (al final de uno de los salones) en donde rápidamente nos la fue explicada, y luego de 20 minutos, nos dijeron que el brindis iba a ser más tarde, y que el colectivo nos esperaba afuera del museo a las 19.50 hs. y los que queríamos quedarnos….podíamos pero debían ser mayores de edad y volverse en taxi o como quisiéramos, y nos dicen además que “lamentaban” que el brindis iba a ser después de las 20.30 hs. Obviamente….nos fuimos todos, todos los que habíamos sido invitados: menores, mayores, todos nos fuimos con un sabor amargo, habiéndonos sentido “discriminados” sin corresponder que compartamos entre todos los presentes “el brindis” al cual habíamos sido invitados; además de haber sentido que la muestra no la pudimos disfrutar como correspondía, ya que nos llevaban como manada de acá para allá, dependiendo de la hora y por donde iban a entrar “los demás”.
Todos estos actos para nada explican lo vivido, ya que ni se acercan al dolor de nosotros y de nuestros vecinos y tampoco explica la bronca que todavía hoy sentimos.
Volvemos a explicar; mi cuidad nunca nos hizo esto, mi provincia tampoco y renegamos de algunos momentos que puedan crearse para generar diferencias entre los ciudadanos, pero creemos que el arte, el amor y el dialogo….todo lo sanan, y pensamos que menos mal que nos pasó a nosotros, en donde sabemos como Vecinalistas que somos, nuestros “derechos e igualdades” que tenemos que hacer cumplir cuando algún sector piensa que puede ser diferente.
Lo que pretendemos es: que nunca más pasen estas cosas, y que estas políticas sociales sean claras y apuntadas hacia “todo público”.  En este tiempo hemos aprendido tanto como Institución, vecinos y ciudadanos que somos, lo que confiere a políticas sociales que nos enriquecen; y estamos a través de este medio, intentando lograr que estas políticas sigan acercándose al vecino, pero parece “ilógico” decir que nunca más ningún ciudadano debe volver a vivir lo sucedido.
Luego de este trago tan amargo para todos nosotros, y luego de hacer nuestro descargo en el Facebook de nuestra Institución, nos hemos comunicado con el Director de Vecinales contándole todo lo sucedido, y al Lunes siguiente se presentó junto a la Sub-Secretaria de Cultura de la ciudad y 2 administradoras del Museo Castagnino.
Luego de tener una larga conversación, y pudiendo expresar nuestro gran enojo y pretensiones para con nuestros demás ciudadanos, obtuvimos las disculpas en persona por parte del Museo y de la organización de este “nuevo Turista en mi Ciudad” tan respetado y adorado por nosotros.
Esperamos que estas cosas cambien y que siempre nuestros gobernantes tomen decisiones inclusivas, sobre todo, con las cosas que nos pertenecen de nuestra ciudad.
No se olviden: nosotros los rosarinos somos los dueños de nuestro patrimonio; Uds (los gobernantes y/o funcionarios), sólo los administradores temporales.

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