Nuestros profesionales

Compartimos nuestro equipo médico y profesional.

Ellos son los que día a día junto a nosotros prestan un servicio a los Socios y al barrio, dedicando su tiempo por muy pocos ingresos; donde brindan sus conocimientos en las diferentes situaciones.

Nuestra Psicóloga (izq.) que por un muy bajo arancel se preocupa mucho por sus pacientes.

Mariana Lami nos acompaña desde el momento en que asumimos y costaba todo un montón.

Miguel Ferrucci (nuestro Oculista) nos sigue acompañando desde el principio brindando su muy buena atención.

Verónica Degano es nuestra Fonoaudióloga. Ella con su constante trabajo colabora con nuestros niños el barrio desde hace un tiempo. 

Este es uno de nuestros abogados (Jesús Seminario) que junto a Rodrigo Coccolo escuchan la problemática de cada persona, ayudándola a resolver su problema.

Natalia Puccini es una de nuestras Odontólogas, donde realiza atenciones y arreglos, y con nuestros niños tiene una paciencia muy especial.

Gisela Viblianco (Izq.) es la más nueva de nuestras Odontólogas, donde también realiza atenciones a nuestros niños y adultos.

Yanina Svitanovich (Izq.) es nuestra otra Odontóloga con la que contamos desde hace ya un largo tiempo, donde brinda charlas en la escuelas de nuestro barrio y pequeñas atenciones.

Victoria Salas (der.) es nuestra Médica Clínica. Ella junto a la Psicóloga son las primeras que nos acompañan en un momento donde había muchos sueños y largas esperas.

Daniel Ferrer es nuestro Cardiólogo, donde junto al Oculista continuaron junto a nosotros en el momento de cambio de comisión.

Creemos que no todas son pálidas, que siempre hay gente que por muy poco arancel, ocupa su tiempo con muchas ganas de desempeñarse como profesionales.

Tanto todos ellos, como la Vecinal, no pertenecemos ni a la municipalidad ni a la provincia, por lo que entre todos intentamos reflejar que cada uno desde su lugar puede contribuir a ayudar al otro.

Nuestro trabajo como vecinalista por nuestro barrio es ad-honorem, y el de ellos es casi un ingreso casi insignificante.

Otra cosa que es positiva es que nuestros jóvenes no son todos malos, ni está perdida; muchos estudian, se comprometen, y elijen lugares sociales (como el nuestro) cuando podrían estar trabajando en otro lado.